El miércoles atardeció nublado pero al menos no llovía. Era un alivio ya que el pronóstico no solo había dado agua para toda la semana sino que además seguía dándolo. Así que animado por el tiempo, dejé las cosas en el hotel y salí en dirección centro (o Centrum allí). Cogí el minimapa que me habían dado en recepción la semana anterior y procedí a intentar orientarme. La verdad es que no lo conseguí. Tras caminar un rato me di cuenta de que, de las dos calles que había al lado del hotel, había cogido la que no era. Las consecuencias no eran graves, simplemente en vez de andar sobre la hipotenusa, decidí hacerlo sobre los catetos.
Una vez llegado a un sitio conocido en el mapa, me encontré ante otra encrucijada y sin saber muy bien hacia donde tirar. En este caso unas señales me ayudaron a corroborar mi suposición. Llegué a un parque bastante grande, adyacente a otro parque que casi tenía pinta de cementerio, aunque esto es otra cosa. Lo atravesé (o atraveselo, como se prefiera), disparé algunas instantáneas con mi vieja amiga la Pentax de 3 mega píxeles que tan fielmente me ha servido hasta ahora y procedí el viaje. Hasta entonces estaba convencido de que el centro de la ciudad era ciertamente feo. Los edificios me recordaban a los edificios del centro de Málaga que no han sido rehabilitados pero con la diferencia de que al menos estos últimos a veces están pintados.
Pasé por lo que debía ser una estación o algo parecido y para mi gozo y solaz descubrí que había un puestecillo de comida rápida abierto. Hasta entonces todo lo que había visto estaba cerrado. Pedí un Kebab (acostumbrado a cenar cosas frías, cenar algo caliente aunque fuera un kebab me subió la moral, como diría Bear Grylls :-D). Pagué el euro con noventa y cinco céntimos que costaba y proseguí andurreando. Y en esto que veo una calle con pinta de ser más turística. Al final de la calle ya se empezaban a ver señales de publicidad y carteles de cadenas o tiendas conocidas.
Internándome un poco más, ya prácticamente todo estaba plagado de restaurantes, en su mayoría de comida rápida o pizzerías. Continué por la calle lamentando un poco no haber esperado ya que quizás hubiera podido cenar algo mejor que un kebab pero también recordé que conocer las palabras típicas de la restauración de allí es uno de mis puntos débiles por lo que difícilmente hubiera podido pedir otra cosa más que kebab o pizza que era precisamente lo que ofrecía el puesto en el que había comprado.
Continué por la calle y ya de repente todo cobró vida. Había multitud de pubs y una cierta "marcha". A pesar de que solo eran las 9 de la noche. Tampoco sé si la marcha de aquí acabará muy tarde, pero bueno. Yo seguí a lo mío y por lo pronto cambié de opinión sobre el centro de la ciudad. La verdad es que, tal como me dijeron, es bastante bonito. Al menos la zona más turística. Hay multitud de restaurantes de diferentes nacionalidades/especialidades incluyendo, que yo recuerde, griegos, árabes, rusos, vegetarianos y hasta mexicanos (uno de ellos no sé si incluso español).
Paseando llegué a la plaza del pueblo donde había música en vivo y la gente realmente la disfrutaba. Entre los los asistentes, se habían colado algunas que otras estatuas, algunas de ellas bastante famosas. Una al menos recordaba haberla visto yo en las típicas presentaciones que se reenvían. Se trata de un hombre saliendo de una alcantarilla. Además, como había llovido, la alcantarilla se encontraba llena. Luego está también el paparazzi, un hombre apoyando en un banco etc. Imagino que cada ciudad tiene sus propias costumbres y estas estatuas son cuando menos curiosas.
Ya se estaba haciendo tarde y todavía tenía que volver así que tocaba decidir camino de vuelta. Para variar, no quise desandar lo andado sino tirar por una calle que intuía que acababa en un sitio por donde ya había pasado. Tiré p'adelante como los valientes y cuando llevaba unos minutos andando empecé a temer haberme equivocado. En un momento dado miré el mapa y vi una calle para la cual había visto un indicador hacía poco por lo que supuse que no debía estar muy lejos. Eso sí, si realmente estaba equivocado, no haría más que alejarme más. Afortunadamente unos minutos después llegué a un lugar conocido. Mi intuición me había fallado pero solo a medias pues no llegué a donde yo pensaba si no unos metros después pero en todo caso desembocando en la calle que suponía.
Ya lo que quedaba debería ser pan comido … o casi. Conociéndome, evidentemente fue el casi. Volví sobre algunos de los pasos que había dado al principio y llegué al lugar donde se juntaban el segundo cateto con la hipotenusa. Tocaba elegir de nuevo y por supuesto esta vez quería hacerlo bien y tirar por el camino corto. Sin embargo, el edifico que me servía de referencia (el de BMW) era un tanto cuadrado y quizás tenía un par de símbolos en vez de uno. El caso es que tiré por lo que debía haber sido un camino recto hacia el hotel de unos 100 metros pero pasados 100 metros no había hotel allí. Seguí el camino pues pensaba que sabía lo que había pasado y que en poco tiempo llegaría a una calle que finalmente desembocaría en la del hotel. Craso error. Las calles se sucedían pero ninguna era la del hotel. Eso sí, llegado un momento avisté algo que pensaba que era conocido y tras tomar esa calle, me sentía más o menos seguro de haber vuelto al cateto original y estar ya cerca del final.
Sin embargo, las cosas que veía no me resultaban familiares. Y así fue durante unos 5 minutos cuando vi el restaurante griego que hay al lado del hotel pero por el lado opuesto al que yo pensaba. Efectivamente, en el sitio en cuestión no tiré por la hipotenusa sino por otros dos catetos paralelos a los iniciales. Vamos que si el mapa era una cosa así <|>, a la ida hice esto <, a la vuelta quería hacer esto | y en realidad lo que hice fue esto >. Gajes del oficio.
En cualquier caso, quitando esos 15 minutillos que anduve vagabundeando en búsqueda del hotel, la verdad es que la experiencia fue bastante positiva y supongo que la repetiré pero procurando esta vez tirar por el sitio correcto :-).
Y creo que poco más. El avión ha iniciado la maniobra de aproximación, la batería está ya bajo mínimos y casi todo lo que quería contar está contado así que es hora de cerrar esto y dirigirse al mostrador de reclamación de equipajes :-S.
Un saludo, Domingo.
lunes, 29 de junio de 2009
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24/06: un garbeo por el centrum |
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26/06 Paris, Je t'aime. |
Escribo otra vez desde el avión. Esta vez escribo en sábado ya que parece que los elementos se han aliado en mi contra … y lo que probablemente queda. Debería contar antes que a pesar de la lluvia que amenazaba con caer sobre Bratislava durante toda la semana, el miércoles por la tarde/noche no llovía y me aventuré a ir al centro de la ciudad. La verdad es que me gustó mucho, pero eso es para otra entrada.
El jueves y el viernes pasaron también con más pena que gloria y casi lo único reseñable fue que aparentemente ya había dejado de llover y que entré por vez primera en un Lidl que o mucho me equivoco o además estará cerca de donde tendré el apartamento.
Y en estas que llegamos al viernes. Termino la presentación que había empezado el martes y poco después me preparo para las siete horas de viaje, ocho contando el taxi hasta Viena. Está lloviendo; parece que los pronósticos no eran tan malos después de todo. Cojo el taxi (un Audi esta vez) y la biodramina me permite dormirme unos minutos en el camino. Me despierto ya en el aeropuerto y veo que continúa lloviendo. Entro dentro del aeropuerto, facturo la maleta y voy hacia la puerta de embarque. Me equivoco originalmente porque leí un cartel que ponía que se había cambiado de puerta a otra adyacente pero cuando llego lo que veo es que era otro vuelo el que se había cambiado, no el mío. Así que vuelvo de nuevo y me toca esperar hasta que abran las puertas y pueda pasar el control de seguridad.
Paso el control y me pongo a leer. Se trata de un libro de ciencia para niños que me compré en Londres el año pasado y que es realmente interesante para divulgar los conceptos básicos de astronomía, el universo etc. Está co-escrito por Hawkings y su hija, creo. La lectura me absorbe y de repente nos dicen que el vuelo se va a retrasar debido a problemas meteorológicos en el centro de Europa. Miro la hora y veo que efectivamente el embarque debía haber empezado hacía 20 minutos pero con el libro ni me había dado cuenta.
Veo caras de desesperación en la gente y no termino de entenderlo. Para mí eso significaba tener grandes probabilidades de perder el vuelo hacia Málaga pero desde luego prefiero perder un vuelo en la vida que la vida en un vuelo, parafraseando la famosa frase. 30 minutos después de lo previsto nos dicen que embarquemos que el vuelo va a salir. Pienso que todavía no está todo perdido. Entramos en el avión pero no despega. No saldrá hasta una hora y media después de lo inicialmente previsto. Entonces ya sabía que había perdido la conexión pero bueno, la esperanza es lo último que se pierde y quizás el de Málaga salga retrasado.
El avión adelanta todo lo que puede pero llega justo a la hora en que debía despegar el de Málaga. Pregunto, me dicen que me dé prisa, llego a la puerta en dos minutos pero me dicen que ya ha salido. Total, lo que me imaginaba. Ahora a esperar que me metieran en otro vuelo para Málaga. Pregunto de nuevo a Air France y me dicen que es la compañía que opera la que se tiene que hacer cargo de todo, que ya no hay más vuelos y que deberá buscarme hotel y avión para mañana. Voy al mostrador de Austrian y ya no hay nadie allí. Justo al lado está el de Air Europa donde me dicen que hay cuatro plazas para el primer vuelo de hoy y que no cree que para mañana a primera hora se hayan agotado pero que de todas formas pregunte de nuevo en Air France. Vuelvo a preguntar y se ponen en contacto con la persona responsable de Austrian y aquí es donde viene lo realmente curioso.
La verdad es que no termino de entender cómo un procedimiento que para ellos debe ser como el ABC, supone tanta confusión. Ciertamente no debía ayudar que tenían prisas por cerrar pero bueno, me atendieron amablemente y cerraron las puertas detrás para que no entrara nadie más. Tras esto, llama de nuevo la persona de Austrian y dice que hubo problemas meteorológicos pero que incluso aunque hubiera llegado a tiempo, no podría haber embarcado porque había muy poco tiempo para la conexión. Comprueban los billetes y ven que no es cierto, había prácticamente una hora y las puertas están muy cerca. Así que vuelven a llamar y se aclara todo. La señorita de Air France se disculpa y me dice que la información que me dieron anteriormente en el mostrador de conexiones era errónea y Air France y no Austrian es la que se hace cargo de todo. Me acompaña al mostrador de conexiones, lo comenta y me dicen que espere.
En este punto llega una de las anécdotas. Una señora de unos sesenta años empieza a increparme por no respetar la cola. Le explico en mi no demasiado académico francés que no me salto ninguna cola, que simplemente hago lo que me han dicho y es que espere ahí. Ya había hecho la cola antes, he pasado por varios mostradores y ahora me han dicho que espere y yo espero. La señora intenta convencerme de que a ellos les ha pasado lo mismo y hacen la cola. Tras un minuto de conversación, cambia al español y en un perfectísimo español (como española que era) me dice que no es por ellos que tal y que cual. Le comento, ciertamente subiendo algo la voz con respecto a mi tono habitual pero simplemente igualando el suyo todo lo que le había dicho con anterioridad. Además le explico que yo ya había perdido el avión y tendría que salir al día siguiente por lo que esperar quince minutos más o menos no me iba a suponer nada; yo simplemente me limitaba a hacer lo que me habían dicho: esperar allí. Parece que entra en razones y hablando ya en un tono más bajo, que yo consideraba normal, me comenta que baje la voz que allí a la gente le molestaba que se hablara alto. Bajo un poco la voz pero no es suficiente; la gente de la cola empieza a quejarse. Ya me lo habían comentado alguna vez pero hasta ahora no lo había padecido en mis carnes; definitivamente los españoles somos unos jaleosos :-D.
A todo esto, la persona que atendía a los que estaban allí a causa de los generalizados retrasos que la tormenta había causado, llama a consultas al siguiente y, ni corta ni perezosa, la señora española con toda su troupe se salta su cola y se cuela. También vivir para ver. A continuación me dice que me acerque, que no espere en la otra cola :-|. En ese momento llega una chica que había viajado conmigo en Austrian y que también había perdido su conexión. De hecho esta chica había preguntado al azafato si podían dejar salir primeros a los que tenían conexión y el aeromozo le dijo que sí, que había mucha gente con conexiones pero que ya informarían. Por supuesto, no informaron. Según creí entender de la conversación de la chica con el de Austrian, ella embarcaba a las 9 y no a las 8 y media como yo por lo que ya me sentí completamente seguro de que hubiera sido completamente imposible entrar en el avión y lo que no terminaba de comprender es por qué me mandaron a la puerta de embarque si ya debía estar más que cerrada.
Pues bien, esta chica empezó a recibir la reprimenda del marido de la española, otra vez con los mismos argumentos que utilizaran otrora conmigo. De nuevo, vivir para ver. Ella les explicó en francés lo mismo que yo ya le había dicho en español y medio francés y nada. Ahí quedó la cosa. Tras atender a la troupe, empezaron a atendernos a los dos, haciendo las reservas para el día siguiente. Nos informaron de cómo iba todo, nos dieron una especie de ticket para el hotel y nos dijeron cómo coger el shuttle del hotel. La verdad es que ahí me perdí un poco. No sé si fue porque no entendí lo que habían dicho o si es que a la chica francesa ya se lo habían comentado antes pero el caso es que ella se había enterado mejor y como íbamos al mismo hotel, salimos para coger el shuttle. Ahí me comentó varias cosas interesantes. Bueno, me comentó también que quería a toda costa volver ese día porque había pasado una semana en Viena a causa del trabajo y ya estaba deseando ver a su hija que debía tener como un año o así. Pero aparte de eso, me comentó que París y Milán son los aeropuertos donde más maletas se pierden en verano y que ya había tenido alguna experiencia similar y el trato siempre era igual, nadie sabía nada. De hecho algo curioso es que la chica de correspondencias insistía en que era responsabilidad de Austrian pero que por un acuerdo comercial lo harían ellos cuando la supervisora me había dicho que no, que en este caso era cosa de Air France (sea por acuerdo comercial o por lo que sea). Y la prueba palpable de que algo tendría que ver Air France es que ellos nos habían proporcionado el hotel y reservado el siguiente vuelo.
Ya en el hotel, nos despedimos deseándonos mutuamente que no hubiera muchos problemas con el equipaje al día siguiente … no sé en el suyo pero en mi caso me temo que los habrá :-S. Entré en mi habitación, me duché y saqué el neceser que me habían dado los de Air France. Dentro algunas cosas de higiene y una camiseta. Miré a ver si había ropa interior o calcetines pero solo encontré un sobre con detergente para que te lavaras lo que fuera en el lavabo del hotel :-).
Hablé por Skype un rato, vamos la hora que me duró la conexión a Internet (carísima por cierto, 8 euros la hora) y sobre las doce y pico me acosté. Esta mañana me levanté, volví a tomar una ducha rápida y salí. Desayuné y a las 9 ya estaba listo. Me habían dicho que tenía que estar en el mostrador de Air Europa entre las 9 y las 10 y el shuttle pasaba cada quince minutos y tardaba otros tantos en llegar al aeropuerto. Asi que contaba con llegar a las 9 y media a lo más tardar; una hora razonable.
Pero resulta que el shuttle pasaba cada 15 minutos, sí, pero uno a la Terminal 1 y otro a la 2. Así que el mío llegó a las 9 y 20. Además luego empezó a hacer mil paradas por lo que ya veía que iba a llegar muy muy justo. A pesar de todo pensaba que llegaría y no estaba excesivamente preocupado. Entonces incluso hacía de traductor para algún guiri que preguntaba al conductor en inglés. Pensaba que si teniendo unas nociones mínimas de idiomas te puedes encontrar con situaciones así, ¿qué no pasará a quien vaya a la aventura a un sitio donde no conoce nada?. A las 9 y 40 me aconsejan que me baje en la terminal que hay enfrente de la que yo voy y cruce la carretera (con cuidado eso sí) para ahorrar tiempo. El consejo no sé si demuestra válido porque luego tuve que esperar allí pero en principio fue un buen consejo.
Llego al mostrador de Air Europa casi a menos cuarto, calculo, y me encuentro con un señor comprando un billete. Durante unos 15 largos minutos, incluyendo petición de ayuda a alguien que estaba dentro del mostrador pero que aparentemente no estaba allí me atiende la señorita. Me dice que vaya directamente y embarque que allí me dan la tarjeta de embarque (ya me lo podían haber dicho antes). También pudo contribuir a la equivocación el hecho de que el mostrador de Air Europa y el de embarque tenían el mismo número, no lo sé. Voy a toda prisa al mostrador de embarque y me dicen que el vuelo ya está cerrado:
Mais ce n'est pas possible!!! Dije yo.
Mais si, c'est possible. Me dijo la señorita con cara de haber escuchado eso mismo muchas veces y haber respondido eso mismo muchas veces.
En un francés más balbuceante que nunca le dije que había perdido el vuelo el día anterior y que llevaba 15 minutos esperando en Air Europa que era donde me habían dicho que debía ir. Entonces ella me dice que espere, llama, comenta que al ser una pérdida de vuelo debería ser bastante rápido y tras emitir la tarjeta de embarque me dice que vaya "really quick" (a estas alturas yo ya había cambiado al inglés) a la puerta de embarque. En 30 segundos llego al control de seguridad digo que pierdo el vuelo que voy para Málaga y me encuentro con que la señorita de allí me dice que el chico que está delante de mí también va para Málaga. Eso por sí solo no era una sorpresa, pero lo que sí lo suponía era la parsimonia que tenían la chica de seguridad y el propio chico. Saqué todas las cosas de golpe, pasé el control, metí de nuevo las cosas como pude (incluyendo el cinturón en la mochililla que llevaba. Salgo corriendo y adelanto a todos los que puedo con el portátil a la espalda, una mochila en una mano y la cintura de los pantalones en la otra para que no se me cayeran :-).
Llego a la puerta y me dicen que pase Ellos tampoco parecían tener mucha prisa :-S. Bajo a la pista y allí estaba el autobús esperando casi repleto de gente. Subo y pienso que la de checkin me quería inicialmente dejar en tierra cuando han sido 10 minutos los que he tardado en llegar abajo. De hecho, el autobús tarda entre 10 y 15 minutos en salir. Cuando llega al avión, cuál no será mi sorpresa al ver que viajo en un vuelo completamente decorado tanto por fuera del avión como por dentro con motivos de "El año de Mickey" en Disneyland Resort París. Al menos, estoy en el avión y llegaré a Málaga, Dios mediante, en un par de horas.
Una vez haya llegado, empezará la odisea de las maletas. Supuestamente se tenían que encargar de ello pero la del check in se ha quedado con el recibo original de las maletas por lo que supongo que al llegar no estarán y cuando tenga que explicar lo que ha pasado, por mucho que eso sea normal y más que normal, no tener el recibo supondrá alguna que otra molestia más. En fin, esperemos que haya suerte y no sea realmente así.
Ahora, habida cuenta de que el libro lo tengo en la mochila que está arriba y que algo tengo que dejar para la vuelta del lunes, voy a intentar comentar algo sobre esa primera impresión que el centro de Bratislava dejó en mí :-).
martes, 23 de junio de 2009
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23/06: Lloviendo y en Málaga |
Lo más importante de hoy ha sido posiblemente que he estado unas tres horas en Málaga ... en la Sala Málaga. En Málaga tenemos salas con nombres de pueblos y dependiendo de la planta, los pueblos son los principales que van hacia el este, el oeste o el norte. Pues bien, en Bratislava tienen salas con los nombres de las principales oficinas del grupo y hoy me ha tocado la sala Málaga; mira tú por dónde :-).
lunes, 22 de junio de 2009
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22/06: Segunda vuelta ... con lluvia |
Después de haber escrito en el blog de Bratislava sin estar en Bratislava, me temo que ya hemos abierto la veda. Ahora por ejemplo estoy escribiendo en el avión hacia Viena. Cierto es que no es que esté escribiendo en el blog sino que lo estoy guardando con el fin de luego no tener más que copiar y pegar. Aunque ahora tendré que hacer una pequeña parada pues viene el sandwich :).
Bueno, pues ya está. La verdad es que el sandwich de la semana pasada me gustó más; era algo así como un sandwich vegetal. El de hoy no es que haya estado mal, pero llevaba una salsa picante que me ha resultado un tanto rara en un avión. Como bebida me he pedido un poquito de "wasser bitte" pero ni con el wasser se me ha ido la sensación de ardor de los labios. Lo mismo es que hace tiempo que no pruebo el picante y otra vez se ha incrementado mi sensibilidad al mismo, jejeje.
Cambiando de tema, comienza la segunda semana en Bratislava. La ida está siendo más o menos similar a la de la semana pasada, aprovechando todo el tiempo que me ha sido posible en el primer vuelo para recuperar algo del sueño perdido. De hecho esta vez he procurado dormir, dormitar o lo que sea durante las dos horas y pico que se supone que dura. El efecto ha sido que ya de camino a Viena no tengo tanto sueño y lo he podido emplear en leer un rato y ahora en ponerme con el ordenador. Me hubiera puesto a mirar una cosa del trabajo que el otro día no me salía pero creo que al final sí descubrí lo que era y voy a esperar a tener escrito esto para comprobar si era eso o no.
En cualquier caso, calculo que hoy llegaré antes a Bratislava pues, a diferencia de hace una semana, el vuelo no ha salido con retraso. Por este motivo, tampoco sería estrictamente necesario trabajar durante el vuelo. Ahora habla el capitán por la "malafonía". Dice que llegaremos a las 12:30, es decir dentro de una hora y diez minutos aproximadamente.
Una vez allí, pues lo de siempre. No sé si habrán tenido alguna reunión durante la mañana, aunque, no sería nada descartable. Por lo demás, imagino que cuando llegue ya habrán vuelto de la comida o estarán en ello. Luego, por la tarde me quedaré algo más para intentar paliar en algo el tiempo del viaje y calculo que sobre las 6-7 cogeré las cosas y me dirigiré al hotel. Una vez allí, veremos si me decido por dar una vuelta hoy o si, por el contrario, me acuesto tempranito. Ahora mismo me encuentro bien por lo que es posible que, de seguir así, me decante por la vuelta. Eso sí, salvo que pase como el jueves de la semana pasada cuando, tras comprar la cena, pensé que mejor cenaba tranquilo en el hotel.
Para el resto de la semana, la verdad es que no tengo ningún plan en concreto. Sí que sé que quiero ver ya algo de la ciudad y que es bastante probable que vuelva a escaparme algún día al gimnasio del hotel. Por cierto, creo que no lo conté pero el gimnasio del hotel es cuando menos curioso. Tiene unas tres máquinas, una cinta de correr, una bicicleta estática y un aparato de estos de steps donde en la pantalla puedes ver la tele, tele que escuchas por los cascos. Lo que hice la semana pasada fue fundamentalmente estar un rato en la de correr escuchando las noticias en francés y luego pasarme por las otras pero de modo más bien testimonial.
Igualmente, hay una sauna que me recordó a los buenos viejos tiempos de Chicago. Pero esta vez la verdad es que tampoco me atrae mucho la idea de la sauna ya que entre otras cosas falta el aliciente principal que era el baño en la piscina tras salir de la misma. Y ya por último, tienen la "cueva de sal" donde supuestamente te puedes sentar a leer y relajarte mientras respiras un ambiente húmedo que supuestamente es beneficioso para tus pulmones. A no ser que vaya a estar en el hotel durante muchas semanas, no creo que me pase mucho por allí.
Y por el momento, yo creo que esto es todo. Ahora intentaré aprovechar para mirar eso antes de que el avión inicie la maniobra de descenso y a ver si hoy pudiera dejar listo lo que quería enseñarles la semana pasada. Seguiremos informando.
Un saludo, Domingo.
P.D. Llegué y estaba lloviendo; de hecho ha estado lloviendo toda la tarde. El pronóstico para el resto de la semana tampoco es muy halagüeño. Ya sé qué título poner a la entrada:
sábado, 20 de junio de 2009
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A la tercera va la vencida |
Sé que solo debería escribir aquí cuando esté en Bratislava pero voy a hacer una pequeña excepción para poner algunas de las fotos que tomé. No es que sean gran cosa pero bueno, algo es algo.
Lo de ordenarlas ya lo dejaré para Bratislava ;-).
- Nada más salir del aeropuerto de Viena, de hecho ya desde el avión aterrizando, se ven multitud de molinos de viento de los que ya hablé. Ese es uno de ellos. Por ahí por internet hay una foto de los molinos de viento desde "Petrochalca" o Petržalka como escriben por aquí. De hecho la foto de la que hablo es la siguiente: http://www.flickr.com/photos/michal_stankoviansky/263962891/ y esa zona que aparece antes de los molinos es lo que el autor de la foto define como "apartamentos bastante feos" y que no son sino los típicos bloques de la era socialista cuando el objetivo era construir mucho y rápido. Ahora, en algunos casos las están arreglando y una vez pintadas quedan ... eso, pintorescas.
- Es uno de los edificios que conforma el Apolo Business Center. Aunque este en concreto se trata de una construcción más antigua que el edificio en el que estoy yo, correspondiente a otra fase.
- Justo al lado, nada más cruzar la calle, a unos 10 metros, se encuentra un edificio en estado lamentable al que aparentemente le han puesto esa publicidad (la publicidad está en bastantes sitios en la ciudad y tiene pinta de ser algo con bastante alcance) para medio tapar. Sin embargo el efecto es un tanto desconcertante.
- Camino del trabajo. Poco que ver con una gran ciudad en España. Ciertamente en casi cualquier ciudad se podrá ver algo parecido pero en plena ciudad no debería ser sino una excepción de alguien que no quiere vender su casa. Aquí es simplemente lo normal.
- Idem.
- Lo que peor llevo. No me entero de nada en los carteles :-).
- Habitación del hotel la semana pasada. Esta semana es una casi igual así que no creo que vuelva a poner otra foto :-P.
- Vista desde el hotel, más concretamente desde el ascensor acristalado.
Un saludo, Domingo.
jueves, 18 de junio de 2009
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Días dos, tres y cuatro |
Por hacer una analogía con el título del primer día, los títulos que me faltan podrían ser:
lunes, 15 de junio de 2009
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15/06, Día uno: viaje bien, maleta perdida |
Pues sí, ya había sido mucha suerte. Ahora mismo no recuerdo el número de viajes de avión que he hecho, pero hasta ahora no me había ocurrido nada con el equipaje. Ciertamente tampoco han sido tantos, pero sí que han sido unos cuantos. Y claro, parece que hayan visto que en el próximo proyecto casi que iba a igualar todos los desplazamientos anteriores para que Air France se haya decidido a perder mi maleta. Bueno, en realidad la responsabilidad es de Air France pero el causante de la pérdida ha podido ser bien Air Europa o bien Austrian Airlines que han sido las dos compañías que operaban el vuelo de Air France.